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María del Mar Soto Fernández, nació un 11 de febrero de 1975. Estudió en el...

13/02/2025

María del Mar Soto Fernández, nació un 11 de febrero de 1975. Estudió en el CEIP San Roque de Tolox hasta 8º de EGB (14 años), lo que hoy día es primaria. Luego hizo BUP y COU, lo correspondiente a secundaria, en el IES Serranía de Alozaina (1989-1993).



Desde siempre le han fascinado las ciencias y cuando terminó sus estudios en Alozaina, decidió estudiar la licenciatura de Matemáticas en la Universidad de Málaga.



Su primera opción era estudiar Física, porque utiliza las matemáticas de una manera más práctica, pero esta licenciatura se estudiaba en Granada. Por tanto, por cercanía eligió Matemáticas.



“Tras licenciarme, la vida me llevó por caminos inesperados: trabajé y gestioné la empresa familiar de muebles y electrodomésticos en Tolox, hasta que un accidente de tráfico cambió mis planes. A raíz de ello, trabajé como administrativa en una empresa en Coín, pero algo dentro de mí seguía latiendo con fuerza: mi vocación por la enseñanza.”



En 2018, decidió que era el momento de hacer algo que le llenara personalmente y entró en una bolsa de trabajo para volver a las aulas, pero esta vez como profesora.



En septiembre de 2020, tuvo la increíble oportunidad de incorporarse como profesora de apoyo COVID en el IES Serranía de Alozaina.



“Enseñar matemáticas en las mismas aulas donde yo las aprendí, hacerlo junto a antiguos compañeros de clase que ahora eran colegas de profesión, el jefe de estudios compañero de carrera, fue una experiencia inolvidable, unos de los momentos más felices de mi vida.”



María del Mar expresa que “a lo largo de los años, he aprendido que las matemáticas no son solo números y fórmulas, sino, lógica, creatividad y una herramienta poderosa para entender otras ciencias.”



Aunque esta materia abre muchas puertas, para María del Mar, nada se compara con la emoción de ver a un alumno/a comprender conceptos que antes parecía imposible.



“Si algo me ha enseñado la vida a mis 50 años es que los caminos no son rectos y a veces los giros inesperados nos llevan justo donde necesitamos estar. La clave está en la constancia y aprender de la experiencia.



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